El poblamiento más antiguo documentado del municipio se remonta 6.000 años atrás y se sitúa en el tiempo del neolítico, concretamente en la cultura de los sepulcros de fosa, documentada por el doctor Bosch Gimpera cuando en las obras de construcción del puente de las arcadas de Móra d'Ebre se encontró un cadáver enterrado. También se encontraron restos de presencia de cultura ibérica alrededor del calvario y todavía se conservan vestigios en la villa romana de los Emportells, situada cerca del río, en el camino de las Norias, donde limitan los términos municipales de Móra d'Ebre y Benissanet. Los árabes dejaron una fuerte huella en la vida local: destaca el castillo, que formaba parte de la línea defensiva del Ebro.
La reconquista de éste tuvo lugar en el 1153 de la mano del Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV. Durante la edad media, la villa formó parte de la llamada “Baronia d’Entença”, quien protagonizó una significativa lucha contra los templarios de Miravet y Ascó, los cuales dominaban la orilla derecha del río.
Otros acontecimientos cruciales que afectaron el venidero de Móra y su comarca fueron la expulsión de los moriscos, en 1610, y la segregación de los Cortijos de Móra, en 1830.
Actualmente, Móra d'Ebre es una ciudad próspera y en crecimiento constante. Centro de servicios, donde encontramos el polígono industrial de la Verdeguera y el polígono Camins Nous. La economía local se basa principalmente en el comercio y en los servicios, también se apoya en la industria auxiliar y la peletera y, en menor medida, en la agricultura.
Fuente: Ayuntamiento de Móra d'Ebre