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Bodega Jordi Miró es el proyecto personal de Jordi Miró que tiene sus orígenes en 1999 en la localidad de Corbera de Ebro, en la comarca tarraconense de Terra Alta. Miró comenzó sus primeros pasos en el mundo del vino en el 1992, en las tierras del Penedés, poniendo en práctica todo lo que había aprendido de su padre cuando era un niño.

Su padre Miguel había aprendido, al mismo tiempo, de su abuelo Jorge, primer miembro de la familia que había plantado un viñedo. Pero a Jordi le molestó que todo el trabajo y esfuerzo familiar terminara en la cooperativa del pueblo y decidió desmarcarse de la tradición familiar y tirarse en solitario en la elaboración de sus propios vinos. En 2009 decide crear su propia bodega y saca la primera marca en el mercado. Trabaja las variedades: Cabernet Sauvignon, Garnacha tinta, Garnacha blanca, Merlot, Syrah, y Tempranillo.

Miró vuela en solitario pero siempre se ha dejado asesorar por un grupo de amigos, como el ingeniero agrónomo Sisco Blanch sobre cómo diseñar la forma de plantación de los viñedos; por el viticultor inglés Shaun Pentecost sobre cómo trabajar la viña y por el enólogo Ignacio Carsi, persona clave a la hora de sacar a la práctica los vinos que Miró imagina.