Pablo González Martí
Cabra Blanca de Rasquera es la única raza autóctona catalana después de la desaparición de la cabra catalana.
La Cabra Blanca de Rasquera pace actualmente en las zonas de interior de las comarcas del Ebro. Se acostumbra a criar en régimen extensivo y por lo tanto se alimenta de los recursos forestales.
Es particularmente apreciada por la calidad de la carne de sus cabritos y “crestons”, una carne tierna, compacta y de gusto intenso.
Estos cabritos son alimentados únicamente con leche de la madre. A pesar de que se van criando todo el año su producción es muy estacional, ligada a las fechas navideñas, cuando aumenta el consumo.
